La calidad de la alimentación empieza por un forraje de calidad
Las pérdidas por cosecha y almacenamiento de heno y ensilado pueden representar una fuente importante de pérdidas económicas, ya que los datos indican que puede perderse hasta el 20% de la cosecha total por almacenamiento y alimentación inadecuada.
El forraje de calidad es aquel que ofrece la máxima energía digestible y proteína disponible y es capaz de satisfacer plenamente las necesidades nutricionales del ganado de alta producción. Sin embargo, la presencia de hongos y microbios, como mohos y levaduras silvestres, es uno de los principales factores que comprometen esta calidad, reduciendo el valor nutritivo del forraje.
El crecimiento microbiano excesivo provoca calentamiento, aumentando la pérdida de materia seca y reduciendo la digestibilidad de las proteínas. Este calor en el forraje y el pienso acelera la oxidación de grasas y nutrientes, reduciendo su disponibilidad y causando estrés oxidativo. Aunque el aditivo contribuye a reducir estas pérdidas, no mitiga los defectos inherentes al proceso de recolección, almacenamiento y extracción del material ensilado.
Para combatir estos problemas, Kemin ha desarrollado una línea completa de soluciones a base de ácidos orgánicos para heno, ensilado y piensos mixtos totales.