¿Cómo nos beneficia la Microbiota Intestinal?
La microbiota desempeña un sinfín de funciones importantes en la salud humana. En primer lugar, a través del intrincado equilibrio entre bacterias buenas y malas, modula el sistema inmunitario para que sea más efectivo en combatir posibles patógenos. En segundo lugar, es importante para diversos aspectos del proceso digestivo, incluida la descomposición de las fibras que los humanos no pueden digerir. En tercer lugar, su influencia va más allá del intestino gracias a la liberación de varios tipos de metabolitos que actúan como señales en el cuerpo y modulan diversas funciones fisiológicas.3 Los intercambios metabólicos entre la microbiota y el huésped, así como entre las propias bacterias, contribuyen de forma esencial a mantener una buena salud. Sin embargo, al igual que la microbiota puede beneficiarnos, también puede perjudicarnos si está desequilibrada. Hay muchos factores internos y externos que pueden contribuir a este desequilibrio.
Microbiota intestinal: Un actor principal en la función del tracto gastrointestinal
La relación entre la microbiota intestinal y el tracto gastrointestinal ha sido algo confusa. Como resultado, los investigadores han estado interesados en descubrir elementos clave que influyen en la estructura y la función del intestino.
Una reciente revisión4 aborda la vasta y diversa comunidad de microorganismos que habitan nuestro intestino y la exquisita variedad de capacidades metabólicas que trabajan en conjunto con la actividad de enzimas en el hígado y la mucosa intestinal. La microbiota intestinal desempeña un papel importante en el metabolismo humano al proporcionar enzimas que nosotros no somos capaces de producir. Contribuye al procesamiento de los polifenoles, la producción de micronutrientes esenciales y vitaminas importantes, y la digestión de la fibras alimentarias. La digestión de fibras alimentarias por la microbiota resulta en la producción de moléculas importantes llamadas ácidos grasos de cadena corta (AGCC), siendo los más abundantes acetato, propionato y butirato. Estos AGCC están involucrados en el mantenimiento de la salud del tracto gastrointestinal, ya que son una fuente crítica de energía para las células intestinales y son importantes para mantener la integridad de la barrera intestinal que regula estrictamente lo que ingresa al cuerpo y lo que debe permanecer "fuera".5
Muchas personas tienen problemas digestivos. Esto puede manifestarse de diversas maneras, Esto puede manifestarse de diversas maneras, desde acidez después de comer una comida copiosa demasiado cerca de la hora de dormirhasta estreñimiento y diarrea. Una razón a menudo pasada por alto de esta mala digestión es el desequilibrio en la microbiota intestinal o "disbiosis" y los posibles cambios subsiguientes en la producción de AGCC. La suplementación con AGCC se ha relacionado con la reducción de los síntomas gastrointestinales y la comodidad intestinal. Además, los AGCC son moléculas señalizadoras cruciales que interactúan con receptores específicos presentes en las células del sistema inmunitario localizadas en el intestino y en otros órganos o tejidos, como el páncreas, el hígado y el tejido adiposo.